No nos busques en Instagram, Facebook, Twitter o Pinterest, porque ya no estamos allí. Se acabó nuestra etapa en las redes sociales. ¡Qué liberación!
He estado rebuscando entre mis mails antiguos y aún conservo el mensaje de bienvenida que me envió Twitter cuando me di de alta el 20 de marzo de 2009 (uff, qué lejos queda aquello…). Comenzaba así:
Hello, new Twitter-er!
Using Twitter is going to change the way you think about staying in touch with friends and family (…)
Leyendo ahora eso de “estar en contacto con los amigos y la familia”, pienso en lo absolutamente desencaminada que iba esa afirmación.
Twitter, al menos en mi caso, nunca tuvo nada que ver con los amigos y la familia. Fue un lugar donde solo interactué con extraños. A algunos de ellos llegué a conocerlos (en eventos relacionados con blogs de viajes) y reconozco que durante los primeros años fue un lugar agradable.
Pero eso fue cambiando poco a poco. En los últimos tiempos sentía que Twitter era un campo de batalla en el que yo era un mero observador. Ya no interactuaba con nadie y solo me servía para cabrearme y para pensar que el mundo es más hostil de lo que en realidad es. Por otra parte, aunque tenía más de 11k seguidores, mis mensajes ya no llegaban a nadie.
Abandoné Twitter en enero 2023 y sentí un alivio inmediato.
La cosa ha sido diferente con Facebook e Instagram (y Pinterest, en menor medida). Estas redes me parecían más inocuas y algo más útiles para dar a conocer nuestro blog. La realidad, sin embargo, es que el alcance de mis posts también era casi nulo y solo me servían para perder el tiempo haciendo scroll. Supongo que sabes de lo que te hablo.
Después de eliminar mi cuenta de Twitter, empecé a barajar la idea de abandonar el resto de redes tras leer Flow (Fluir), del psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, en el que habla de potenciar las “experiencias óptimas” que nos hacen felices y en el que te invita a eliminar o reducir las que no te aportan nada.
Pero necesitaba un último empujón y este me lo ha dado recientemente otro libro: Céntrate (Deep Work), del profesor de informática Cal Newport, doctorado en el MIT.
En su ensayo, que tiene por lema “Las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción”, Newport critica ferozmente las redes sociales y, curiosamente, el mail. Supongo que en la época en la que lo escribió (un poco antes de 2016), el mail era para él y sus colegas lo que para nosotros es hoy en día WhatsApp (o Telegram, etc.).
El caso es que Newport me convenció con un capítulo que no esconde su objetivo: “Abandona las redes sociales”. Aunque la propuesta tiene matices y no pretende que pases del negro al blanco del día a la mañana, yo ya estaba preparado para dar el último paso y ni siquiera me planteé rebajar la dosis (de hecho, ya me ponía límites de uso); cuando terminé de leer el libro desactivé todas mis cuentas.
Llevo ya bastantes días sin ellas y no las echo de menos. Al contrario, valoro mucho el tiempo que he recuperado para otros asuntos que me parecen más interesantes. De todos modos, la idea no es necesariamente hacer cosas super transcendentales o elevadas. Más bien se trata de elegir cómo invertir tu tiempo (aunque sea en rascarte la nariz o mirar al techo) y no dejar que el móvil, la tele o el ordenador elijan por ti.
En fin, que nos hemos ido, que no estamos en ninguna red social (por suerte nunca caí en la “droga” de TikTok… de ahí no sé si habría podido salir).
Si alguna vez te has planteado mandar a paseo las redes sociales, quizá te interese saber que todas tienen opciones de desactivación temporal, de modo que puedes pasar un tiempo sin ellas y ver si puedes “soportarlo” antes de dar el salto final.
Y ahora, si te parece, te paso la pelota. Me interesa mucho tu opinión sobre las redes sociales, sobre nuestra adicción al móvil, sobre Elon Musk y su X o sobre los vídeos de gatitos y de coreografías de 10 segundos. Deja un comentario con este botón y todos podremos leerlo:
¡Y aquí tienes los contenidos de este mes!
🚀 Apuntes del blog
Este mes no he podido escribir ningún artículo nuevo, pero he rescatado tres que me gustan mucho y han caído un poco en el olvido.
Hace mucho tiempo dediqué un artículo a réplicas de monumentos famosos por el mundo. Me encantan el Tower Bridge de Londres en Suzhou, China, y la Torre de Pisa de Illinois.
En su momento me curré una guía práctica para visitar los Museos Vaticanos y ya casi nadie la lee. ¡Me parece fatal, oiga! No, en serio… échale un vistazo si está en tus planes de viaje.
Uno de los países de Europa que más recomiendo es Eslovenia. Nos encantó. Una mezcla fantástica de naturaleza, cuevas impresionantes, pueblitos chulos… Mírate nuestras recomendaciones, a ver qué te parece.
🛠️ Apps interesantes
TripAdvisor | Un clásico. Fantástico para consultar opiniones de restaurantes u hoteles, inspirarte a la hora de visitar nuevos sitios, contratar actividades de ocio, etc. Muy completa.
Airbnb | Hubo un tiempo en el que el 90% de nuestros alojamientos los reservábamos en Airbnb. Aunque esta tendencia ha cambiado muchísimo (ya no nos parce tan barata y en Booking acabas encontrando lo mismo), sigue siendo una herramienta que tenemos bastante en cuenta
TripIt | Un interesante organizador de viajes. Reenvías a un correo tus reservas y la app te prepara itinerarios, alertas, etc.
😮 Curiosidades que no venían a cuento de nada
El salar más grande del mundo se encuentra en Bolivia: el salar de Uyuni. Tiene una extensión de 10 582 km². Le siguen, muy de lejos, las salinas de Etosha, en Namibia, con 4 800 km², y el salar de Atacama, en Chile, con 3 000 km².
En el desierto de Karakum, Turkmenistán, hay un cráter lleno de gas natural que lleva ardiendo sin parar desde 1971, año en que un equipo de prospección petrolífera le prendió fuego pensando que se apagaría en pocos días. Se lo conoce como la “Puerta del infierno”.
7 de los 10 hoteles más altos del mundo se encuentran en Dubái (EAU), incluyendo entre ellos los seis primeros del ranking. El más alto de todos es el Gevora Hotel, con una altura de 356,3 m. El más alto de América es el Hotel Safi Metropolitan (San Pedro Garza García, México) que con 233 m se sitúa en el #21 del mundo. El más alto de Europa ni siquiera aparece entre los 50 primeros.
✈️ Un poco de inspiración
Y ya que acabamos de mencionar los hoteles de Dubái, a ver qué te parece este pedazo de flow motion de la ciudad emiratí. No es un destino que tengamos entre nuestras prioridades, pero sí que nos genera mucha curiosidad, la verdad.
🎁 Algunos regalitos
[PDF - 369 kB] Un mapa turístico de Roma. Muy útil si vas a viajar a Roma. Completamente inútil si vas a viajar a Viena. Fuente: audioguiaroma.com
[Plantilla de Google Drive] Venga, vamos con otra plantilla para organizar un viaje. Esta está pensada para un viaje a Italia, pero puedes editar fotos, títulos, etc. de modo que se adapte a tu viaje. Tiene un montón de páginas que puedes duplicar, editar, etc. Dale a “hacer una copia” y edítala al gusto en Google Docs. Autor: Vladimir Belyakin
[PDF - 103 kB] Aquí va un PDF de 8 páginas con expresiones y palabras básicas del italiano para viajeros. Fuente: bab.la
¡Y hasta aquí hemos llegado!
No olvides dejar un comentario explicándonos tu relación con las redes sociales. Y también te agradecería que le dieras un like a la publicación si te ha gustado. Los comentarios y los likes son mi única forma de saber si esto está siendo útil/entretenido.
Por cierto, en la próxima Dosis viajera anunciaré algunas sorpresitas para las personas que nos ayuden a “difundir la palabra”. Ya te contaré.
Un abrazo,
Pruden, Lupe y el pequeño Ares
Desde Barcelona
Yo abandoné Twitter y Facebook también hace un tiempo y estoy bastante contenta la verdad. Es verdad que abrí una cuenta en bluesky pero la verdad que no tengo activadas las notificaciones así que no entro demasiado.
Demasiado tiempo nos quitan desde luego.
Planteas las decisiones sobre el peso de las redes en uno mismo. Leeré alguno de los libros que citas.
También te ofrezco otra lectora que estoy iniciando "la generación ansiosa" de cara a la educación de nuestros hijos en el uso de redes e internet.
Gracias por tus reflexiones.
Felicidades por vuestra decisión. Yo no he estado en redes. Fue una medida de salud preventiva y ahora, me alegro casi a diario.
Ánimo